martes, 15 de junio de 2010
Respiro
Un fresco roció acaricia mi ventana, pero ahora sé que no es necesario levantarme temprano, ya que ahora respiro de mi vida cotidiana y del estrés que genera el constante afán.
Ahora puedo mirar a mi ventana sin esperar un grito por quedarme tan pasiva, ahora puedo disfrutar armoniosamente del tiempo y del espacio, sin tener a recurrir a ideas futuras y compromisos cercanos, ahora mi espalda se puede relajar, ya que no lleva una carga ni genera una molestia. Ahora es el momento en el que la mente se despeja y se alivia de los malestares, que le genera el cansancio y la falta de sueño.
Es refrescante dormir a una hora temprana, en donde ni el sol ha salido ni la luna se ha escondido, solo quedarse con serenidad en un lugar librado de ataduras a un lugar especifico, en donde los sueños se elevan en nuestra mente y no hay lugar para más.
Por estas y muchas razones, aquí no escritas. Felices Vacaciones.
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